Tratas demasiado bien a tus subordinados

Recibo una llamada de teléfono, resulta ser una compañera, que fue mi subordinada, que era una enfermera ejemplar en cuanto a su dedicación, habilidades técnicas y empatía hacía los pacientes y sus familias sin ningún tipo de duda, haría más de 5 años que no sabía de ella, ya que dejé de ejercer de supervisor, y ella volvió a su ciudad natal, estableciendo sus raíces familiares e iniciando una nueva etapa profesional.

Su voz suena temblorosa, incluso sin verla diaría que está llorando… y me dice hola Albert soy Carolina, ya sabes que me fui a vivir a mi ciudad y empecé a trabajar en el hospital de esa ciudad y desde hace año y medio soy supervisora de una unidad de hospitalización.

Mi primera impresión es alegrarme porque alguien que conoces y sabes como es, ha podido hacer el salto a la gestión enfermera, y personalmente no hay duda que me alegra, pero esa voz… me hace percibir que algo no funciona como debería…

«Albert, voy a dejar la supervisión…voy a presentar mi renuncia»

Y claro está, pregunto a que se debe esa decisión, y comienza su relato donde me explica que en este año y medio ha tenido que liderar un equipo nuevo, dos servicios en uno, con la problemática que tiene ser nueva en el cargo, partir de cero en cuanto a supervisión enfermera se trata. Yo le pregunto por cual ha sido el detonante, y su respuesta es: mi responsable superior me ha acusado de que:

«Tratas demasiado bien a tus subordinados»

Y me cuenta que su superior le ha gritado y dicho de muy malas formas que ella como supervisora cuida demasiado a las enfermeras que tiene a su cargo, …

Carolina solamente piensa en dejar su cargo, en volver a ser enfermera asistencial, en volver a cuidar a sus pacientes… pero me pide consejo.

Aconsejar nunca es fácil, y más en situaciones críticas y si añadimos la distancia y el desconociento del lugar, de ese hospital, de sus limitaciones, de su jerarquía… pero… cuando alguien te pide consejo debes dárselo, porqué esencialmente confía en ti.

Hago un silencio… y aprovecho para pensar cual será mi respuesta… y de manera inconsciente vuelven a mi, etapas vividas, vivencias, acciones realizadas, y te ves reflejado… no soy nadie para aconsejar, pero si puedo permitirme, hacerle algunas preguntas, que espero ayuden a Carolina a tomar una decisión.

Carolina:

«lo que estás haciendo como supervisora lo estás haciendo con corazón y alma?

tu gente, tus enfermeras se encuentran bien bajo tu mando?

el servicio, tu servicio está funcionando bien?

la calidad que ofreces es la esperada?»

Si las respuestas que me das son mayoritariamente SI, es que tal como dice Joan Carles March, lo estás haciendo con «corazón y alma», lo que indica que estás trabajando con un modelo de «gestión humanizada» y por ello «eres una buena supervisora y tus subordinados te ven como un líder, porque se ven reflejados en tus acciones, te ven como referente… y por todo ello debes estar con ellos, no debes renunciar a tu cargo».

La GESTIÓN HUMANIZADA es algo que se transmite, que llega, que los profesionales detectan, que los profesionales con «jefes humanizados» perciben… y sin ninguna posibilidad de error prefieren.

Mi consejo es «lucha por tus valores, lucha por tu gente, será duro, te harán llorar, te harán dudar, pero tu conciencia, tu saber estar y tu estarás por encima de todos, sabiendo que vas a conseguir un equipo cohesionado y que va a cumplir todos los objetivos que te plantees»

Dedicado a todas las Carolinas… a todos los que trabajan por una gestión con H.

Es real.. solo cambian los nombres… los hechos son así.

Gracias a todos los que creen que el cambio es posible

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